Las variables de situación de Corea del Norte

Mientras que el régimen de Pyongyang reúne a la ciudadanía de Corea del Norte, con la clara intención de reforzar el espíritu patriótico que ha fracasado debido a las difíciles condiciones de la población, las amenazas de ambos lados, Estados Unidos y Corea del Norte, están experimentando una escalada verbal, que no puede dejar observadores silenciosos. Sin embargo, a pesar de un estado de cosas en vez excitados, los analistas creen todavía muy poco probable que se produzca un conflicto nuclear. En cuanto a Corea del Norte, si está seguro del alcance de los misiles balísticos capacidades de Pyongyang, que tuvo lugar ahora, sin duda, para llegar a las costas estadounidenses, dudamos mucho de Kim científicos capacidad Jong-un, siendo capaz de miniaturizar los dispositivos atómicos en un grado tal como para ser montado en un aparato de misil. También hay consideraciones y evaluaciones que deben realizarse sobre la posible peaje en el número potencial de víctimas, lo que podría pagar Corea del Sur e incluso Japón. Este elemento es siempre la atención del ejército de Estados Unidos, en vista de una posible venganza contra un ataque por parte de Pyongyang. De hecho, si la superioridad militar de Estados Unidos es evidente que se puede acabar con Corea del Norte, en un posible conflicto es imposible no pensar que habría también la participación de Seúl y Tokio, que según los objetivos de la venganza de Corea del Norte. Los Estados Unidos para entrar en la opción militar debe estar seguro de una victoria inmediata, capaz de destruir la fuerza militar de Corea del Norte, sin que ello tiene la posibilidad de cualquier reacción, si bien es razonable suponer, que el régimen de Pyongyang no dudaría en utilizar armas nucleares contra países vecinos, donde seguramente las armas nucleares pueden llegar. La posibilidad de que la acción estadounidense es tan rápido para llegar a la victoria sin que Pyongyang es capaz de dañar los países vecinos es prácticamente imposible, dado que los arsenales militares fueron cuidadosamente protegidos y no pueden ser inocuas en un período de tiempo demasiado corto. Está claro que este factor favorece Kim Jong-un, en su política de provocación en contra de Washington, que está obligado a ser más cauteloso. A pesar de los excesos de Trump también hechas para uso interno y para recuperar al menos parte de la afición perdido, los analistas dicen que la actitud del Pentágono hacia Corea del Norte se caracteriza por la mayor precaución. A continuación, hay otro factor que no se considera secundaria por los estrategas estadounidenses: las malas relaciones entre Corea del Sur y Japón, lo que podría afectar a una alianza contra los norcoreanos. Los desacuerdos entre los dos países se remontan a la Segunda Guerra Mundial, y en este Seúl está unida en Beijing, y recientemente un tribunal de Corea del Sur condenados una gran industria japonesa a pagar una indemnización pesada a los ciudadanos de Corea del Sur para la explotación del trabajo esclavo durante 'empleo. Aunque ambos países, Japón y Corea del Sur, tienen como su principal aliado Estados Unidos, la distancia entre ellos podría ser muy perjudicial en términos de coordinación en caso de un conflicto en la región. Finalmente China, que han sido repetidos llamados a la moderación de tono entre las dos partes, siguiendo con interés la evolución de las amenazas a los bombardeos de Guam, el hogar de una importante base militar de Estados Unidos. Para los EE.UU., la guarnición de esta isla es considerada una óptica derecho fundamental de la contención militar del poder chino y su ambición de extender su influencia en la región. No parece probable que Pekín sacrificar la paz para quitar la guarnición regional más importante de los EE.UU., pero si esto ocurre, el gobierno chino desde luego no sería decepcionado. Esto, aunque no es crítico, es probable que afecten, al menos en parte, todo el escenario, los acontecimientos negativos están siempre relacionadas con un posible acto imprudente, y tal vez desesperada, Pyongyang.